En Kenia se le conoce como "Dawa Tamu" (dulce medicina), en Brasil se le conoce como Paw Paw, y lleva muchos otros nombres, entre ellos Guanabana, Corossole y Annona (que es su nombre científico).
Muchos nombres por su capacidad de adaptarse a cualquier tipo de uso.
Y sí, porque de Graviola no se tira absolutamente nada. El fruto se utiliza para preparar excelentes batidos y sorbetes, las hojas. La ralladura, las raíces y la corteza se infunden en tés para diabéticos, como sedante. Mientras que las semillas trituradas son útiles como pesticidas naturales. El aceite del fruto se mezcla con otros aceites para preparar pomadas contra la neuralgia por ejemplo.
Entre las poblaciones del Amazonas, la Graviola es conocida como la "medicina natural del Trópico".
La pulpa calma mucho la sed, ya que contiene un 84% de agua. También es rico en vitaminas B y C, hierro, magnesio, potasio, proteínas y aminoácidos.
Y si sufres de ansiedad, es el remedio adecuado para ti, ya que es rico en ácido Y-aminobutírico (GABA) que contrarresta los estados de estrés.
¡Agítalo, agítalo, agítalo!
Decíamos que la pulpa se utiliza principalmente para sorbetes y batidos.
El aroma es similar al de la piña, el sabor es una mezcla de fresas y manzana, con un toque de acidez que recuerda al limón. Mientras que la consistencia es similar a la de un plátano.
Una de las recetas que no puedes dejar de probar, muy popular en Etiopía por ejemplo, es el batido.
Para preparar necesitarás:
- 450 gramos de pulpa de graviola
- 1 taza de piña fresca picada
- 2 tazas de coco fresco en cubitos
- 4 hojas de vegetales de hojas verdes, p.e. repollo, espinacas, remolacha
- 1 trozo (aproximadamente del tamaño de un pulgar) de jengibre fresco pelado
- y si es necesario, agua o leche de coco para diluir el batido.
Y por último, ¡a la batidora!