La terquedad es una mujer: Khadija Oluchina

La caparbietà è donna: Khadija Oluchina

Queremos contarte una historia: la historia de una mujer que, con su terquedad y su rápido ingenio, consiguió que un viejo pozo, hoy olvidado, volviera a su antiguo esplendor.

La protagonista es Khadija Oluchina. Siempre ha sido una joven temeraria, desde pequeña: fuerte, orgullosa, rebelde. Cuando se fija una meta en la cabeza es difícil hacer que se dé por vencida, sus padres lo sabían y su marido Salomón lo sabe.
La vida no era fácil para ella, también por la falta de agua potable en el pueblo. Pero esto nunca la ha detenido, siempre se ha arremangado para ayudar a mejorar la suerte de su pueblo. Ayuda a limpiar el Oro Azul, el único pozo cercano al pueblo, del que se extrae agua no potable, y dirige un comité de mujeres que trabaja para encontrar soluciones a la escasez de recursos hídricos.

Y entonces un día… la matrícula

Y su terquedad de mujer, para la que los obstáculos son sólo un incentivo más para alcanzar sus objetivos, se lo recompensa con una placa: la de amref, socio del proyecto WAMI.

Había oído muchas historias sobre el trabajo de amref en la zona de Gahaleni. Habían protegido el agua de un pozo creando una cubierta adecuada, haciéndola accesible gracias a la instalación de una bomba manual. Y cuando vi la placa de amref en ese pozo poco profundo, inmediatamente me fui a casa, instando a mi esposo con todas mis ganas a contactar a amref para que pudieran hacer por nuestro pozo lo que hicieron por los demás.

Jadiya lo logró, su terquedad y perseverancia le permitieron alcanzar su objetivo.
Y las mujeres de su pueblo se lo agradecen; no más discusiones con el marido sobre quién debe ir a la fuente a buscar agua.